Cómo puedo saber cuándo entregar una amonestación por escrito a un empleado bien explicado paso a paso

Los supervisores y los gerentes, en diferentes tipos de empresas e industrias, enfrentan el problema de cómo manejar las acciones disciplinarias contra los empleados subalternos. Esta clase de asuntos puede ser un gran dilema para una persona que ocupe puestos superiores y que sea responsable de un equipo o departamento. Por ejemplo, una amonestación por escrito es una notificación formal de disciplina que se envía luego de que algunas otras opciones han sido agotadas. Diferentes factores contribuyen a determinar la oportunidad adecuada para distintas clases de amonestaciones, incluyendo una por escrito que quedará en el expediente por un tiempo. Estas son algunas buenas directrices para establecer patrones de disciplina y ayudar a los supervisores a saber cuándo dar una amonestación por escrito a un empleado.

Pasos

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   Evalúa la política de la empresa. Muchas empresas, desde las corporaciones más grandes hasta las más pequeñas con una sola oficina, tienen sus propias directrices y políticas específicas para la emisión de amonestaciones. Si uno de esos documentos está archivado para tu empleador, eso elimina las dudas acerca de establecer un calendario para la disciplina.
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   Mira lo que se ha hecho. Aquellos que quieran pasar a una amonestación por escrito deben preguntarse a sí mismos si previamente ha sido formulada una amonestación verbal. Uno de los aspectos más importantes del proceso disciplinario consiste en seguir un patrón coherente y asegurarse de que todas las bases anteriores se cubrieron antes de agravar una acción disciplinaria.
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   Evalúa la cadena de mando y responsabilidad. Uno de los factores más importantes para evaluar si un gerente debe entregar una amonestación por escrito a un empleado o no se refiere a su jurisdicción: en una oficina más grande, puede haber más de una persona responsable de evaluar al mismo subordinado. Esto puede hacer que la jurisdicción sea una parte relevante del establecimiento de un proceso disciplinario, donde el gerente podría tener que conseguir otro empleado para firmar o, si no, supervisar un proceso de amonestación.
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   Piensa en los efectos generales de la amonestación sobre un miembro del personal y sobre el departamento en su conjunto. Los gerentes a menudo tienen en cuenta el resultado neto de la emisión de una amonestación por escrito como parte de su gestión general de una oficina o departamento.
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   Usa elementos de comparación para decidir sobre las medidas disciplinarias apropiadas. En algunos casos, puede ayudar echar un vistazo a problemas similares que hayan ocurrido en el pasado y aplicar algunas de las mismas directrices a la situación actual.
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   Observa el patrón de comportamiento del empleado. Establecer una sola infracción a veces puede ser difícil y, en algunos casos, el gerente puede enfrentar obstáculos relacionados a la documentación adecuada o a la prueba de la acción que se cita en el reporte disciplinario. Tiene más sentido vigilar al individuo por un periodo y documentar todos los casos de actividad incorrecta con el fin de construir un caso más grande antes de enviarle una amonestación por escrito que irá directo a su expediente.